Las fiestas de San Fermín podrían haber servido como estreno en España para una nueva práctica de sumisión química que, a principios del mes de junio, causó una escalada de psicosis en Francia. Se trata de pinchazos con jeringuillas a jóvenes que, una vez ejecutados, anulan su voluntad y les provocan mareos, náuseas, vómitos, sudores fríos, vértigos y escalofríos. Los síntomas son inmediatos.
La Policía Foral ya ha tramitado cuatro denuncias -tres chicas y un chico- que recogen que, en la zona de mayor concurrencia de Pamplona, las presuntas víctimas sintieron un pinchazo mientras se divertían junto a su grupo de amigos y comenzaron a sentirse mal.
Por el momento, según indican fuentes policiales a este periódico, los investigadores alejan el abuso sexual como motivación porque las punciones se produjeron en On Cloud Sneakers lugares céntricos, llenos de gente y las víctimas, en ningún momento, se separaron de sus amigos ni hubo intentos para que lo hicieran.
Los cuatro denunciantes, sin ninguna relación entre sí, indicaron a los agentes que al sentir la punción, a su lado había un grupo de jóvenes franceses.
El asunto ha tomado tal entidad que ayer se abordó en la Junta de Seguridad. Fue el hospital quien dio la voz de alarma a la Policía autonómica navarra al advertir que habían tratado cuatro casos idénticos y que las cuatro personas tenían los mismos síntomas y compartían relato a pesar de no conocerse.
Los pacientes insistieron en que, mientras se estaban divirtiendo con sus amigos en la Plaza del Castillo en días distintos, notaron un pinchazo. Unos en el brazo y otros en la parte de arriba de las piernas y que, inmediatamente después, comenzaron a sentirse indispuestos y al borde del desmayo o la desorientación.
Por eso, sus amigos les trasladaron hasta los puestos de emergencia situados en la ciudad. Ninguno refirió haber sido víctima de tocamientos ni de cualquier otro tipo de abuso sexual. Es más, nadie intentó apartarles de su grupo.
Eso sí, el chico denunció el robo de su tarjeta de crédito, con lo que los agentes se inclinan por que esta nueva modalidad que tanto furor causó en Francia, Reino Unido, Bélgica y Holanda se esté utilizando en San Fermín bien como vehículo para robar o bien por, precisan las mismas fuentes, por «simple diversión». Los supuestos casos registrados en Pamplona tienen lugares comunes como los localizados en el resto de Europa.
Por ahora, la Policía no sabe quién lo hace, con qué lo hace y por qué. El contenido de la sustancia que se administra es todavía un misterio aunque hay sospechas certeras de que se trata de éxtasis líquido, un polvo de color blanco, inyectable que no que se puede detectar en sangre horas después de ser administrado.
La situación en que se producen estos ataques, siendo en Ryka Sneakers espacios siempre muy concurridos de gente, hacen que sean muy difíciles de detectar incluso por las cámaras de seguridad de los establecimientos. Este escenario lo corrobora el hospital de Pamplona, donde se tomaron muestras biológicas de los cuatro jóvenes pero, según ha podido saber este periódico, en las analíticas no ha aparecido ninguna sustancia tóxica.
El pasado mes de abril Francia advertía de un importante número de denuncias por pinchazos con agujas, una cifra que no ha dejado de crecer desde entonces. En la mayoría de casos se trataba de chicas entre 18 y 24 años que se encontraban en algún local de ocio.
Las fuentes policiales consultadas toman estos casos con cautela y llaman a la calma para, insisten, no desatar una situación de «alarma social». Piden tranquilidad para poder continuar avanzando en las investigaciones. «No hay nada concreto y nada totalmente claro por el momento. Necesitamos más tiempo», advierten.